A un año de su primer concierto en Chile
Hoy, exactamente un 22 de noviembre tuve el gran placer de ver a la banda que espere por mas de diez años, pero esa noche será completamente memorable e imborrable de la memoria de los mas de 25 mil personas que vimos como esa noche se cumplía un anhelo y un sueño tan largamente añorado.
Esta vez volveré a recordar lo que paso aquella noche maravillosa:
Mucho había esperado para que llegara ese día, de hecho había comprado mi entrada con dos meses de anticipación, gastando lo que era mi aguirnaldo de 18 de septiembre, quedándome sin un $$ para salir ese fin de semana, por que sabía que valdría la pena comprar mi entradita con tiempo. Y el tiempo me dio la razón, las entradas para el que sería el único concierto se vendieron en cosa de días y miles de fans se quedaban con las ganas y el dinero para comprar su boleto, entre muchos de ellos estaban mis amigos, a quienes pormás que les advertí con anticipación que juntaran sus $$$ pero no me hicieron caso. Pero una esperanza crecía con el pasar de los días: un segundo concierto de la banda que siempre habíamos alucinado con verla en vivo: Pearl Jam!!
Si al fin ese sueño guardado por más de una década dentro de nuestros corazones se hacía realidad. El paso de los días solo hacía más tensa la espera y la emoción se hacía partícipe de todos quienes iríamos y viviríamos ese día tan histórico para más de 20 mil personas. Al fin ese 22 de noviembre - día inolvidable- llegó, el calor que hacía a los pies de la cordillera no era impedimento para quienes llegabamos hasta el estadio, ni los apretujones para poder entrar, nada importaba, solo que las horas pasaran rápidamente y poder gozar de lo que habíamos venido a disfrutar.
Pero esto del cambio climático hizo que de un día completamente soleado y muy caluroso pasáramos en cosa de horas a una tarde helada con un viento cordillerano que cala hasta los huesos y con unas nubes sobre nuestras cabezas más negras que nuestras conciencias...a pesar de eso nada nos amilanaba ni nuestro ánimo, ni nuestros sueños...
Por suerte había podido llegar hasta unos cuantos metros del escenario y me sentía privilegiada de estar en aquel lugar.
Fueron más de cuatro largas horas en que tuvimos que soportar la sed, el calor, el frío y por supuesto los apretones de siempre...y sobre todo gozar del humo de aquellos cigarrillos caseros con olor a naturaleza -refiérase a cannabis- que ayudaban a llevarnos por aquellas jornadas de grunge de los extraordinarios '90...
Esta vez volveré a recordar lo que paso aquella noche maravillosa:
Mucho había esperado para que llegara ese día, de hecho había comprado mi entrada con dos meses de anticipación, gastando lo que era mi aguirnaldo de 18 de septiembre, quedándome sin un $$ para salir ese fin de semana, por que sabía que valdría la pena comprar mi entradita con tiempo. Y el tiempo me dio la razón, las entradas para el que sería el único concierto se vendieron en cosa de días y miles de fans se quedaban con las ganas y el dinero para comprar su boleto, entre muchos de ellos estaban mis amigos, a quienes pormás que les advertí con anticipación que juntaran sus $$$ pero no me hicieron caso. Pero una esperanza crecía con el pasar de los días: un segundo concierto de la banda que siempre habíamos alucinado con verla en vivo: Pearl Jam!!
Si al fin ese sueño guardado por más de una década dentro de nuestros corazones se hacía realidad. El paso de los días solo hacía más tensa la espera y la emoción se hacía partícipe de todos quienes iríamos y viviríamos ese día tan histórico para más de 20 mil personas. Al fin ese 22 de noviembre - día inolvidable- llegó, el calor que hacía a los pies de la cordillera no era impedimento para quienes llegabamos hasta el estadio, ni los apretujones para poder entrar, nada importaba, solo que las horas pasaran rápidamente y poder gozar de lo que habíamos venido a disfrutar.
Pero esto del cambio climático hizo que de un día completamente soleado y muy caluroso pasáramos en cosa de horas a una tarde helada con un viento cordillerano que cala hasta los huesos y con unas nubes sobre nuestras cabezas más negras que nuestras conciencias...a pesar de eso nada nos amilanaba ni nuestro ánimo, ni nuestros sueños...
Por suerte había podido llegar hasta unos cuantos metros del escenario y me sentía privilegiada de estar en aquel lugar.
Fueron más de cuatro largas horas en que tuvimos que soportar la sed, el calor, el frío y por supuesto los apretones de siempre...y sobre todo gozar del humo de aquellos cigarrillos caseros con olor a naturaleza -refiérase a cannabis- que ayudaban a llevarnos por aquellas jornadas de grunge de los extraordinarios '90...
Al fin luego de escuchar y disfrutar a la banda telonera, pasadas las 21 horas el momento tan esperado por las más de 20 mil personas que en ese momento repletaban el San Carlos de Apoquindo había llegado, al fin teníamos a los únicos "sobrevievientes" del grunge frente a nuestros ojos!!...la emoción se atragantaba en nuestras gargantas, y los gritos y aplausos no se hicieron esperar, el estadio era una caldera a punto de estallar, que vio su momento de mayor momento de calor cuando Eddie Vedder toma el micrófono y bajo una llovizna persistente comienza a entonar "Release", en ese momento cantamos a todo pulmón, pues las ganas de cantar a viva voz todas esas canciones estaban guardadas desde hace más de 15 años para algunos.
Una noche llena de emoción y sintiéndonos agradecidos de poder haber visto a una de las bandas más importantes y que ha marcado mi vida desde hace más de 10 años, una vivencia inolvidable, completamente excitante, realmente una de mis mejores noche, ya que pude comprobar a ciencia cierta que los sueños si se pueden volver realidad.
Una noche llena de emoción y sintiéndonos agradecidos de poder haber visto a una de las bandas más importantes y que ha marcado mi vida desde hace más de 10 años, una vivencia inolvidable, completamente excitante, realmente una de mis mejores noche, ya que pude comprobar a ciencia cierta que los sueños si se pueden volver realidad.
Asi fue como vivi esa noche y hoy quize rememorar aquella extenuante jornada que nunca en la vida olvidare.
Y tu, ¿tuviste el placer de verlos?
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